martes, 1 de mayo de 2012

El futuro deseable del arte



BOLETIN DE PRENSA
El futuro deseable del arte

Gasca, O, Bellon, Emilia y Velázquez, Manuel,
El futuro deseable del arte, Xalapa,
Facultad de Artes Plásticas UV y Universidad Veracruzana,
2012, 162 pp.

Presentación: Viernes 4 de mayo de 2012
13:30 hrs.
Galería AP de la Facultad de Artes Plásticas de la UV.
Participan: Sergio Domínguez, Carlos Torralba y los autores.


El futuro deseable del arte, de Gasca, Bellon y Velázquez, es un libro que resulta de la intención de contribuir a la reflexión en torno diversos conceptos relacionados con la producción, la distribución y el consumo de las artes, poniendo foco en el sentido, la pertinencia, los medios y lenguajes contemporáneos y, sobre todo, en el devenir, de cara a los presupuestos que, entre otros, la Revolución Cibernética, la Era del Conocimiento y la globalización establecen.  Surge a partir de una iniciativa de Gasca y originalmente iba a constituirse a partir de uno o varios ensayos, pero el artista, crítico y docente prefirió convocar otras voces, en principio las de la escultora y fotógrafa Emilia Bellon y el artista visual e investigador Manuel Velázquez, actual director del Jardín de las Esculturas.
            Con base en una discusión inicial se propuso y realizó una especie de ensayo introductorio, un collage de ideas que hace las veces de enunciado de los problemas y en el cual participaron  Bellon, Gasca y Velázquez.  Paralelamente se elaboró una lista de artistas, críticos, escritores, docentes, filósofos, científicos, historiadores, alumnos y exalumnos de México, Argentina, Cuba, Bélgica, Estados Unidos, España, Francia, Italia, Uruguay y Venezuela, a quienes se solicitó su respuesta a ¿cuál es el futuro deseable del arte?, interpretando la idea de lo deseable como aquello que se anhela o quiere con vehemencia.  Así, Díaz Infante, Buen Abad, Fontcuberta, Meyer, Everaert-Desmedt, Retamar, Britto, Nechvatal, Montalvo, Giordano, Di Giusto, Nylon, Domínguez, Rosales, Llanos, Fematt y otros entre alrededor de 50, generosamente contribuyeron para darle cuerpo a un proyecto en el que también aportaron lo suyo Ixta Alpizar y Adalberto Taffoya, como diseñadores, y Roxana Cámara en la coordinación de producción, todo ello con el apoyo de la dirección de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana.
            El futuro deseable del arte es, a su vez, un ejemplo de la transterritorialidad, de los modernos sistemas de comunicación con sus respectivas velocidades,  pues el correo electrónico, el teléfono vía Internet y la grabación en dispositivos móviles permitieron hacer en corto plazo (500 horas efectivas más o menos, sumadas las de todos) lo que de otro modo hubiera llevado, si no años, bastante tiempo más.  De hecho, las correcciones y breves traducciones del inglés se hicieron entre nosotros, pero fueron revisadas en la ciudad de México y en Nueva York.
            En el libro, encontramos participaciones como la del artista y crítico César Espinosa, que dice: “El panorama que se avizora para el arte en el futuro próximo parece ofrecer oportunidades creativas inusitadas, pero igualmente graves encrucijadas e interrogantes sobre el sentido y la profundidad que traen consigo esos nuevos instrumentos tecnocientíficos. La pureza parece imposible tanto en el mundo real como en el de las formas: la alquimia del verbo y lo sensible ha llegado a su culminación (pragmática) y su exasperación (axiológica). La  intertransdisciplinariedad, lo transversal, habrán de ser el eje fundamental de los
nuevos paradigmas artístico-culturales”
            Tras las diversas participaciones, a modo de conclusión Bellon, Gasca y Velázquez elaboraron una suerte de “cadáver exquisito” en el que se “hilvanan” fragmentos de las respuestas para crear un marco de reflexión, una guía, un conjunto de pistas y de conceptos con los cuales y a partir de los cuales se puede debatir.